Hoy os cuento un pequeño resumen de mis vacaciones en Menorca a modo de diario de viaje. Un destino turístico que, a pesar de estar cada vez más en auge conserva a la perfección su atractivo y cuidado por la biosfera.
Para conocer sus calas más emblemáticas, me hice con una guía de playas y cada día, en función de hacía donde soplaba el tiempo, trazábamos nuestro itinerario.
Para llegar a algunas de ellas, hay que dejar el coche y caminar unos 30 o 40 minutos por caminos escarpados hasta acceder a las aguas más turquesas, como las de Cala Pilar. Una calita preciosa, casi virgen a la que hay que ir con calzado anti deslizante y bien equipado de comida y protección pues no tiene chiringuito.
Cala Morell, Cala Mitjana o Ferreries fueron algunas otras.
No te puedes ir de Menorca sin visitar ….Ciudadela, situada en el extremo oeste, es el lugar que concentra más habitantes de la isla. Su casco histórico cercano al mar hace de ella un escenario de postal.
Para apreciar las vistas, os recomiendo cenar en el restaurante Cas Consol (si llegáis en el primer turno, asitiréis a una magnífica puesta de sol!).
No te puedes ir de la isla sin comer… La caldereta de Langosta en Fornells, por supuesto! Splash o el Cranc Pelud, son algunos de los restaurantes más famosos para disfrutar de este manjar.
Y por la noche... A pesar de que Menorca no destaca por su vida nocturna, no puedes dejar de visitar la Cova d`en Xoroi. Una espectacular discoteca con chillout excavada en una gruta; en ella podrás asistir asistir a un atardecer inolvidable y a diferentes fiestas temáticas cada noche.
Si eres de los que has estado en la isla me encantaría que participases en este artículo, si todavía no has ido, un destino más que recomendable!
Almudena Rodríguez